Un mes antes de que se cierre el año, hay cierta efervescencia en la política y en la economía para establecer cómo puede presentarse el año electoral. Más que la renovación de bancas en el Congreso Nacional, lo que más le inquieta a los gobernantes es el test que las elecciones de medio turno suele representar para cada una de las administraciones, la nacional, las provinciales y hasta las municipales. Nadie quiere quedar fuera de ese examen, pero también temen por los resultados que esa compulsa puede arrojar.

En las últimas semanas, en Tucumán hubo una oleada de encuestas, las que encargaron desde ciertos sectores del oficialismo y también de la oposición. Hasta los empresarios se han subido a ese barco. Todos quieren saber de qué se trata. Osvaldo Jaldo viene de capitalizar un sondeo que mensualmente se difunde acerca de la imagen de los gobernadores. CB Consultora de Opinión Pública, dirigida por el analista Cristian Buttié, ubicó al tucumano en la cima de mandatarios con mejor imagen. El consultor llegó a la conclusión que la postura dialoguista del tranqueño le suma puntos en la consideración social de aquellos que no comulgan con el Partido Justicialista. Algo similar fue la conclusión a la que arribó el analista local Mario Nahuz en una encuesta que realizó para un intendente de la sección Oeste de la provincia. Los resultados llegaron a manos del propio Jaldo que consideró que la demanda de la sociedad pasa por las obras públicas.

Diciembre encontrará a la gestión con una tijera en la mano. Y tal vez antes, el gobernador comience la temporada de inauguraciones. La Alcaidía de Delfín Gallo puede ser la primera escala, la semana que viene. Para habilitar esas obras, la Provincia invitará a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que también puede llegar a concurrir durante la primera semana del mes entrante, cuando el Gobierno provincial habilite la primera etapa de la cárcel de Benjamín Paz. Hay otras dos obras que Jaldo quiere capitalizar como logros de este año: una es la reconstrucción de la ruta 307; la otra es la modernización del Aeropuerto Teniente Benjamín Matienzo. La semana que pasó, en Buenos Aires, el gobernador recibió algunas novedades que indican que el proceso para iniciar los trabajos está más cerca.

El rol dialoguista de Jaldo fue enfatizado el jueves por el ex presidente de la Convención Constituyente que reformó la Constitución Nacional en 1994: el riojano Eduardo Menem. Fue durante un almuerzo que mantuvo con una franja de funcionarios, entre otros, el ministro del Interior, Darío Monteros, y el secretario de Gobierno, el radical Raúl Albarracín. “Jaldo tuvo la claridad de leer los tiempos”, fue la definición que lanzó el padre del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación Martín Menem. El octogenario dirigente político le dejó al mandatario uno de sus libros autografiado.

Las visitas de referentes pragmáticos continuará la semana que viene. En el mismo ciclo que organiza el Archivo Histórico, participará un ex candidato presidencial radical: Horacio Massaccesi. Impulsor del artículo 124 de la Carta Magna nacional (que impulsa la creación de regiones para el desarrollo económico y social de las provincias), hablará sobre el federalismo y sus oportunidades. El rionegrino es padre del actual jefe de Gabinete de la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, Leandro Massaccesi. Las relaciones de Jaldo con el poder central siguen siendo aceitadas.

Más allá de un enfrentamiento en las urnas con La Libertad Avanza, el tranqueño no tiene pensado romper lanzas con la Casa Rosada. Las encuestas, propias y ajenas, indican que esa es la manera en el que el peronista ha ingresado en la consideración del electorado independiente. Los sondeos, en ese aspecto, muestran otra coincidencia: los consultados no toleran las peleas políticas, sino los consensos entre dirigentes. Incluso hasta evidencias respuestas disruptivas, como la que recolectó el analista político Jorge Giaccobe que, en las tradicionales nubes de palabras, y ante la consulta acerca de quién es la oposición a Jaldo, las dos palabras más visibles fueron: (Juan) Manzur y nadie. Estos resultados estuvieron en consideración del empresariado en los últimos días. Los sondeos, además, posicionan al diputado radical Roberto Sánchez, como el dirigente opositor más visibilizado, un fenómeno que es materia de estudio en el despacho gubernamental.

La semana que se avecina también traerá otras cuestiones. Las negociaciones salariales en el sector público ingresan en el terreno de las definiciones. La posibilidad de otorgar a todos los trabajadores un bono extraordinario se disipa. Los gremialistas que han mantenido las primeras reuniones con los ministros Regino Amado (Gobierno) y Daniel Abad (Economía) han sido más que claros al respecto: la mejora debe darse en el sueldo básico. El Poder Ejecutivo analiza los porcentajes que lanzará como oferta. Los sindicalistas creen que ha llegado la hora de incorporar más ítems no remunerativos al sueldo que computa para la jubilación. Jaldo espera que termine la ronda de diálogo para definir la propuesta. Además, el gobernador cargará su agenda. Entre otras cuestiones, tiene prevista concretar un encuentro con la intendente de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, varias veces postergadas “por cuestiones de agenda” y por los viajes a Buenos Aires. Pero también Jaldo marcará territorial y políticamente la cancha: irá a Famaillá a acompañar al intendente Enrique Orellana a recorrer obras en esa jurisdicción. No es un dato menor si se toma en cuenta que allí también residen la senadora nacional Sandra Mendoza y el legislador José Orellana, ambos no alineados con la Casa de Gobierno, pero sí estuvieron en Santiago del Estero acompañando el desembarco en el norte de la presidente del PJ nacional, Cristina Fernández de Kirchner.